La escasez de gasoil volvió a agravarse ayer y dejó varado a mitad de camino a varios transportistas que no lograron reabastecerse del combustible. El problema había tenido un poco de alivio durante un par de días con carburantes que se vendían en cantidad limitada y a precios por encima de la tarifa oficial. Pero ayer a los trabajadores del transporte los sorprendió la novedad de que ninguna estación de servicio del interior y la capital, entre estas las de YPF, Refinor y Shell, disponían de gasoil. “Estoy sin poder regresar desde San Miguel de Tucumán. Salí desde Concepción con lo justo, porque no había gasoil en ningún lado. Tenía la esperanza de conseguirlo aquí, en la capital. Pero no. Ahora estoy varado y sin saber si podré cargar”, contó el transportista Carlos Ortiz. Su drama se repitió con otros camioneros, en distintos puntos de la provincia, que se dedican en su mayoría al transporte de caña de azúcar y mercaderías.
El viernes el titular de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), Eduardo Reinoso, se refirió al desánimo que domina a los empresarios ante la falta de combustible. “No hay gasoil en los surtidores y como producto de la especulación el único que se consigue es el blue, que vale $230 el litro”, denunció. “A ese precio es imposible comprar porque el costo de nuestra tarifa es de $110”, advirtió.
El transporte público de pasajeros también acusa la escasez de gasoil y en el interior los usuarios comenzaron a padecer la reducción de la frecuencia del servicio. “Para viajar en el interurbano a veces hay que esperar horas. Esto se comenzó a notar en estos días y nos dijeron que es por la falta de combustible”, comentó el docente Rubén Flores. “Esta situación nos está generando problemas a quienes utilizamos el colectivo para trasladarnos a trabajar. También en otros trabajadores y estudiantes”, planteó.
Las esperanzas de que la situación mejore descansan en el anuncio reciente del gobernador Osvaldo Jaldo. El primer mandatario aseguró que esta semana habrá mayor importación de gasoil e incremento en los cupos para Tucumán. “Hemos tenido respuestas concretas a planteos concretos y fue una de las gestiones más importantes que hizo la provincia de Tucumán para toda la región. Es que al problema hay que tomarlo con una visión general”, sostuvo. La novedad se dio en medio de los rumores de un inminente reajuste de las tarifas de la petrolera YPF. Días pasados ya lo hicieron la Shell y Refinor. “Todos esperamos que lo que se dice desde el gobierno se cristalice en hechos. Estamos padeciendo una situación que amenaza con paralizar la actividad económica de la provincia y principalmente de la industria madre, que es la azucarera”, observó Julio Delgado, titular del Centro de Defensa Comercial del Sur (CeDeCoS).
Cañeros en alerta
Los cañeros del interior tucumano, en tanto, permanecen en estado de asamblea permanente a raíz del fuerte impacto que tiene en la actividad la escasez de gasoil. Además la entrega limitada del combustible se está haciendo con una cotización que ronda entre los $180 y $205. Es decir está un 150% más caro que en igual época del año pasado. En ese período del año el kilo de azúcar subió menos de un 100%, según advierten representantes del sector. A causa de este clima de incertidumbre, los productores vienen manteniendo en las últimas horas asambleas en la que discuten la evolución de la crisis y las posibles medidas de fuerza a instrumentar a fin de demandar una urgente salida a los inconvenientes que los asfixian. “En este estado de movilización hay quienes impulsan medidas de fuerza que contemplan cortes de rutas y paralización total de la zafra”, comentó el productor Rolando Campos. Pero hay otros que no apoyan esa decisión extrema y se pronuncian por otro tipo de protesta. “Aquí hay una cuestión que tiene que ver con el clima y la urgencia de no parar. Sucede que hay posibilidades de que en los próximos días haya heladas que castiguen las plantaciones de caña. Representarían otro golpe duro a la actividad con la caída de los rendimientos”, explicó.
El recrudecimiento de la crisis del combustible está afectando sensiblemente los niveles de producción de las fábricas azucareras que, en estos días, se están nutriendo principalmente de producciones propias. Sucede que hay cientos de cañeros que, a raíz de la coyuntura, no pueden iniciar la cosecha en sus plantaciones.